Las franquicias son el modelo de negocio que más abunda en la actualidad y un alto porcentaje de los negocios comerciales que funcionan en nuestro país, están sujetos a un contrato de este tipo. La relación entre central y franquiciado funciona como una relación sentimental. Tiene rachas mejores, peores e incluso el paso del tiempo puede acabar con ella. Aunque en la mayoría de los casos ambas partes acaban satisfechos, puede ser que se rompa el amor. Y entonces empiezan los problemas. ¿Cómo desvincularse de una red de franquicias? ¿cuál es el trato más justo para ambas partes?
En este post, os hacemos ver cómo si que es posible desvincularse de una red de franquicias, sin llevarse todo por delante en el intento.
Cómo empezar el proceso
El primer paso es identificar qué problema ha surgido para tomar una decisión tan drástica. Y por supuesto, determinar si no nos estamos precipitando. Hay multitud de conflictos entre franquiciados y empresas franquiciadoras, que pueden surgir debido a problemas de comunicación entre las partes. Si conseguimos identificar este fallo, puede ser uno de los puntos a tratar y con ello, impedir que nuestro negocio se vaya a pique.
Una vez hecho esto si aún así todo hace aguas, es hora de, contrato en mano, identificar cómo salir de esta situación. Cerrar una franquicia no es un “si te he visto no me acuerdo”. Las franquicias están sujetas a contratos y éstos, se aplican tanto para iniciar la actividad como para cesarla.
El contrato es nuestra carta magna, nuestra balsa por si algo va mal. Pero una cosa hemos de tener muy clara a la hora de iniciar este proceso: La franquicia tiene un margen de error muy pequeño. Toda buena franquicia, tiene bastante experiencia en todo tipo de situaciones, incluidos renuncios y rupturas. Por ello, es importante medir bien los pasos a seguir y aplicarlos de la manera más diplomática posible.
Contrato en la mano: Despacio y con buena letra
Antes de precipitarse hay que acudir al contrato. Por supuesto, nunca romperlo ni desdecir aquello que firmamos y a lo que, por lo tanto, nos comprometimos.
Después de haber revisado punto por punto el documento, toca aquello que podamos utilizar para iniciar el proceso de cese de nuestro negocio. Muchos han sido los casos, en los que los franquiciados, han tenido deudas y pagos durante lustros por no hacer las cosas bien. Como en todo proceso judicial, la mesura y la buena letra serán nuestros mejores aliados.