Tras años de crisis, estamos atravesando una etapa de transición hacia un resurgimiento de la economía. El incremento, tanto del consumo como de las entidades, dispuestas a reabrir el grifo de la financiación, nos sitúan en un momento perfecto para buscar soluciones laborales de la mano del autoempleo, siendo el modelo de franquicia una de las mejores opciones. Pero ¿cuál es el perfil de un franquiciado? ¿qué se necesita?.
La franquicia es un modelo de negocio que disminuye el riesgo a la hora de emprender y es por esto que cada vez más españoles lo ven como una de las mejores opciones para salir del paro.
A pesar de esto, no todo el mundo es válido para tomar este camino. Hay que tener en cuenta tanto nuestras cualidades personales, es decir, nuestra capacidad para ser empresario; como el nivel de formación requerido en función de los diferentes campos que abarca el mundo de la franquicia: desde restauración o estética que exigen un conocimiento menos especifico, hasta informática o salud para los que es necesario contar con competencias previas.
Otro requisito a considerar si eliges ser franquiciado, es la inversión previa necesaria, siendo el presupuesto para los negocios más modestos de entre 20.000 y 30.000 euros. Las entidades bancarias ofrecen cada vez más prestamos dirigidos a iniciativas de emprendedores, ayudándonos así, a salir del agujero económico de los últimos años. Esto permite que aquellos posibles franquiciados sin medios previos comiencen a ver el autoempleo como una opción real.
Las ayudas específicas al franquiciado aún no son muy numerosas, por eso, algunas franquicias, conscientes de la barrera que esto supone, proponen opciones de financiación. Por ejemplo, No+Vello ofrece a sus franquiciados ocuparse de hasta un 50% de la inversión inicial.
Así es el perfil del franquiciado español
Teniendo el cuenta el rango de edad, el principal grupo de españoles que optan por la franquicia como modelo de autoempleo está entre los 23 y 35 años, por lo general jóvenes muy formados con dificultades para encontrar empleo al terminar los estudios. El segundo sector en el que se observa un crecimiento importante es en el de los mayores de 45 años, cuyo perfil es mayoritariamente el de mujeres que necesitan reincorporarse a la vida laboral.
Según un estudio de la consultora Barbadillo y Asociados, basado en un análisis por género, la implicación por parte de los hombres es más elevada, alrededor de un 65%. En el caso de las mujeres, a pesar de ser una tendencia en crecimiento, representan tan solo el 35% de las personas que se decantan por la franquicia.
Con esta información vista podemos decir que los franquiciados españoles se clasifican en dos grupos mayoritarios:
• Jóvenes que buscan escapar de la crisis a través del autoempleo.
• Mujeres a partir de 45 años que deciden reincorporarse a la vida laboral, ya sea por necesidad o por motivación personal.
Perfil de franquiciado 1.- Jóvenes emprendedores
El perfil por excelencia en este ámbito es el joven que ha salido al mundo laboral y se ha encontrado sin opciones de trabajo acordes con su formación. Ante esta incertidumbre y para reducir el riesgo que supone montar un negocio desde cero, muchos apuestan por la franquicia.
Las oportunidades económicas de este perfil de franquiciado suelen ser reducidas salvo que cuenten con el apoyo familiar, por lo que normalmente, se deciden por franquicias con un nivel de inversión inicial menor y prefieren desarrollar la empresa en ciudades más pequeñas debido a que los precios del alquiler de los locales son más baratos.
Los jóvenes emprendedores son buenos candidatos para abrir una franquicia y se encuentran en una posición ventajosa con respecto a las generaciones anteriores porque cuentan con los conocimientos adquiridos en sus estudios, tanto técnicas de empresa y negocios, como los específicos de su formación. Además adquieren rápidamente la formación que el franquiciador ofrece y están más abiertos a aceptar cambios y aportar ideas frescas.
Perfil de franquiciado 2.- Mujeres reincorporadas al mundo laboral
El número de mujeres que optan por la franquicia se ha visto incrementado en un 1,4% el pasado año 2015 y la crisis ha sido la principal impulsora de esta tendencia. Esto se debe a que más mujeres que hombres han perdido su trabajo durante esta etapa de depresión, y a que muchas familias han necesitado aumentar los ingresos familiares.
Hay que tener en cuenta que no solo ellas buscan trabajo, si no que las propias cadenas son las que ven en las mujeres cualidades como la empatía o la capacidad de solución y organización, lo que las hace más atractivas para gestionar este tipo de negocios.
Los campos más demandados por este perfil son aquellos con los que tradicionalmente se han visto identificadas, franquicias de belleza y estética, moda y complementos u ocio y educación infantil.